Pese que a primera vista a muchos ciudadanos la Ribera de la Algaida de Roquetas de Mar les pueda parecer un lugar yermo y con escasa vegetación, la realidad es completamente diferente. Se trata de un paraje lleno de vida vegetal y animal y perfectamente adaptado a las circunstancias medio ambientales de este paraje roquetero.
El grupo ecologista Serbal ha acreditado la existencia una notable población de camaleones y pequeños mamíferos en esta área natural, actualmente en peligro debido a los vertidos ilegales (escombros, enseres, etc.) así como la urbanización de los terrenos de lo que restan de las antiguas salinas. Miembros de Serbal y voluntarios realizaron los pasados fines de semana un censo de camaleones y micromamíferos en la Ribera de La Algaida. Durante varias noches consiguieron capturar, identificar, medir, pesar marcar y soltar a 34 camaleones comunes (chamaeleo chamaeleon) en dos parcelas, así como a 25 ratones morunos (mus spretus).
“Llama la atención la ausencia de adultos de más de un año de edad. Esto es lo habitual en estas dos parcelas y probablemente indica un alto grado de depredación/expolio. En estos entornos periurbanos abundan los gatos, y también es frecuente ver grupos de chavales -y no tan chavales- capturando camaleones de forma ilegal, bien para mantenerlos como mascotas, bien para venderlos. Sin duda estos dos factores, unidos a los atropellos por el tráfico rodado, perjudican a estas poblaciones próximas a núcleos urbanos”, señalan desde Serbal a través de un nota colgada en su web.
Largarto arborícola El camaleón común (Chamaeleo chamaeleon) es una de nuestras especies más singulares. Se trata del único lagarto arborícola presente en Europa. Su área de distribución más importante dentro del continente se encuentra en la Península Ibérica, concretamente en el litoral andaluz, aunque existen poblaciones más o menos estables desde el Algarve portugués hasta Murcia.
Conservación no asegurada “Su conservación no está del todo asegurada. Muchas de las poblaciones encontradas son muy recientes y no sabemos con certeza si terminarán por asentarse con éxito. Otras, soportan fuertes amenazas, entre las que destacan la captura dirigida, los atropellos y los cambios de uso del suelo”, aseguran los ecologistas.
Medidas de conservación “Como medidas de conservación creemos que es prioritario mantener y favorecer la conectividad entre poblaciones, llevar a cabo medidas correctoras para evitar los atropellos, proteger los hábitats y las zonas de reproducción, así como poner en marcha programas de educación ambiental, algo imprescindible para garantizar la supervivencia de la especie”, continúan.
También se han referido la riqueza medioambintal en cuanto a la existencia de una notable población de micromamíferos de La Ribera de La Algaida. “Estos datos revelan la presencia continúa de micromamíferos en la zona, siendo su densidad más elevada en la estación de primavera que en otoño. Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, los resultados obtenidos en este primer año y los de los próximos censos desvelarán informaciones interesantes y novedosas acerca de este ecosistema, un saladar árido que cambia mucho con las condiciones ambientales”, concluyen.
