Parte del centro comercial Gran Plaza fue desalojado en la tarde de ayer sábado. Concretamente, uno de los establecimientos comerciales más transitados: Primark. La situación, ante la salida en masa de cerca de 300 personas del establecimiento, a instancias de los empleados de la firma irlandesa, provocó episodios de gran tensión y nervios entre el resto de las personas que pasaban la tarde del sábado comprando o paseando por el centro comercial roquetero.
¿Bomba? Fueron muchas las personas que pensaron que podría tratarse de una bomba. “Estaba en la caja para pagar, cuando nos dijeron que teníamos que desalojar. Entonces, nos asustamos porque no sabíamos si era algo peligroso, si había una bomba o algo”, señaló a RoquetasHoy, una de las clientas que compraba en el establecimiento.
La salida de 300 clientes en muy corto espacio de tiempo provocó que la tensión y los nervios también se extendieran al resto de las personas que se encontraban transitando por una de las entradas principales del centro comercial y, posteriormente, al resto de los clientes y trabajadores de los numerosos establecimientos de Gran Plaza.
Finalmente, los propios empleados de Primark informaron de que el desalojo se había producido por la rotura de una tubería de agua que inundó parte del establecimiento, añadiendo que el local permanecería cerrado por seguridad hasta, al menos, mañana lunes.
