viernes. 26.04.2024

La investigación científica y forense de los restos óseos hallados ayer  miércoles en el barrio ejidense de Pampanico ha determinado que los mismos se corresponden a los de una "mujer joven", de forma que las siguientes pruebas permitirán "identificar con exactitud" la persona a quien pertenecen ya que hay "indicios suficientes para poder determinar la identidad". Por este motivo, y ante la posibilidad de que finalmente las pruebas de ADN que se les realizará a huesos puedan determinar que se trata de la joven desaparecida en Roquetas de Mar en el año 2009, la Guardia Civil se ha puesto en contacto con la familia de la joven,

En pocos días Fuentes de la Comisaría de Almería señalado que en cuestión de "días" se podría conocer de quién es el cráneo y el hueso largo, así como otros restos, hallados en una acequia junto a un invernadero de la finca 'Los Ruiseñores' por una pareja que recogía chatarra por la zona.

En este sentido, las mismas fuentes han asegurado que los expertos se afanan no solo en el estudio de los restos cadavéricos, con los que se ha reconstruido "buena parte" de un esqueleto humano, sino también de los plásticos y los ropajes que envolvían las piezas, lo que se une a elementos de investigaciones anteriores.

Pruebas Próximamente los huesos serán sometidos a pruebas oseométricas para determinar la edad exacta de la persona a la que correspondían los huesos en el momento de perecer y otros análisis en el ámbito de la antropología forense para determinar la fecha del fallecimiento. En cualquier caso, han manifestado que "la prueba concluyente y definitiva" será la que se practique sobre la cadena de ADN.

Prudencia No obstante, los agentes encargados de investigar la desaparición de la joven han trasladado también un mensaje de "prudencia" a los familiares, ya que "hasta que no se ratifique" el origen de los huesos y se compruebe mediante análisis de ADN su pertenencia, no se podrá asegurar que se tratan de los de la roquetera.

Lourdes García se le perdió su rastro al término de su jornada laboral en una estación de servicio ubicada en el área de la Urbanización de Roquetas de Mar. En una de las cámaras de seguridad del establecimiento quedó registrada su marcha "normal" pasadas las 15,00 horas hasta que se introdujo en su vehículo, un turismo marca Peugeot, modelo 206 de color gris metalizado.

Gasolinera Cepsa  Llevaba la chaqueta de la compañía Cepsa, propietaria de la gasolinera en la que trabajaba, y un pantalón gris con una raya roja en el lateral. Su operador de teléfono móvil no registró en los días posteriores ni la salida de mensajes de texto y llamadas y tampoco se detectaron movimientos en sus cuentas bancarias.

La Guardia Civil halló 48 horas después de que se perdiese su rastro el vehículo en el que se desplazaba. Estaba estacionado junto a la plaza de toros del municipio, con sus pertenencias personales en el interior, las llaves puestas en el contacto y los seguros de las puertas alzados.

La familia de la joven de 34 años tramitó hace años la declaración de su fallecimiento para "regularizar la situación" ante la ausencia de novedades significativas en la investigación para dar con su paradero.

Nuevas pruebas Además, la Policía no descarta volver al lugar en el que aparecieron los vestigios para intentar hallar nuevas pruebas. Por el momento, los investigadores se centran en estos datos sin entrar a valorar si los restos podrían corresponderse o no a los de Lourdes García Carreño, desparecida hace siete años en Roquetas de Mar después de terminar su turno cuando trabajaba en una gasolinera.

El ADN, la clave En esta línea, el subdelegado de Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, ha señalado este jueves que "existen indicios que aproximan la investigación" a que los restos óseos pudieran ser de la desaparecida aunque ha matizado que "todavía es pronto" para afirmarlo del todo y que "la prueba definitiva la tiene que dar la secuencia de ADN".

Juzgado de Roquetas La investigación realizada para la localización de Lourdes García Carreño, auspiciada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Roquetas de Mar, se ha mantenido latente durante los últimos siete años, aunque el último movimiento significativo para esclarecer su desaparición, que siempre se consideró por la Guardia Civil como "forzada", se realizó en 2012 cuando informes elaborados por la UCO apuntaron a que un sospechoso que pertenecía al "entorno delincuencial" de la conflictiva barriada de Las 200 Viviendas del municipio roquetero.

La Policía confirma que los huesos pertenecen a una "mujer joven" y contacta con la...